El hombre tratando de capturar la belleza

domingo, 7 de noviembre de 2010


Nos convertimos en depredadores absurdos de todo lo que brilla. Sedientos de contacto con la fuente. Nómadas perdidos en un desierto con un solo pozo ya casi seco. Queriendo atrapar aquello que no sentimos tener. Cazar, absorber y tratar de contener lo que creemos que no somos. No nos sentimos existir. No sabemos reconocer nuestra propia belleza. Y la buscamos en todo lo que creemos no tener. Aunque en el fondo nunca lo hayamos perdido y desconocemos poseer. Ciegos de verdad. Ocultos bajo nuestra propia sombra intangible. Víctimas de nuestra propia ilusión. Bajo el manto de este sueño creado. Una imagen proyectada en la pantalla de nuestra realidad. Desintegrados de todo lo que nos une al cosmos. Sin divisar los destellos de nuestra existencia sobre el eterno mar del universo.

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